jueves, 10 de enero de 2008

Despedida


Te digo adiós, para siempre,
con el corazón destrozado;
como yo, nadie te ha amado
ni quien más te ame hallarás.

Ya no importa lo que siento
ni lo que vaya a durar,
cumpliré hasta el último día
esta mi triste condena.

Pero, que sepas quiero
Que no te podré olvidar,
pues siempre yo te amé
con total honestidad.

Sincero y fiel, aunque no creas,
con mi alma y mi corazón;
poniendo toda mi fe,
te entregué mi libertad.

En tus manos mi vida puse.
Por verte feliz me esforcé,
en tu alegría iba la mía...
Más por mucho que yo hice
por desgracia no logré.

Una ilusión solo fuiste,
ilusiones que me hice.
Culpa mía fue esperar
que se hicieran realidad.

Tal vez algún día
me encuentres, y me cuentes
eso que no me dijiste,
ese error que cometiste
y del que tanto te arrepientes.

Ojalá que tu ambición,
que esa inmensa sed de amor;
no vuelva a destrozar
tu maltrecho corazón.

Te deseo que encuentres
la mayor felicidad;
aquella que me dejó
aquel triste día,
que jamás yo olvidaría
tras escucharte cantar...
Ese triste día
que no quiero recordar...


5 Enero 2008

© Francisco Javier Frade Parada.

No hay comentarios: